El 16 de diciembre de 2005 las Juntas Generales de Bizkaia aprobaron la NORMA FORAL 9/2005, de Haciendas Locales publicada en el BOB del 31 de diciembre de 2005, con el objetivo de conseguir a corto plazo que los Ayuntamientos pudieran tener una mayor autonomía y suficiencia financiera de la que tenían y disfrutaban hasta aquel momento.
Han pasado once años de su aprobación y en la actualidad la citada norma foral se ha quedado obsoleta, evidenciando que ha generado una gran desigualdad entre Bilbao y el resto de los municipios de Bizkaia, acrecentándose año tras año en detrimento del resto de Ayuntamientos.
De todos los impuestos recaudados por la Diputación Foral de Bizkaia, aproximadamente el 16% (788 millones de euros este año) se reparte entre los Ayuntamientos, es lo que se denomina Udalkutxa. Se siguen unos criterios comunes en el reparto de ese dinero entre municipios, pero a Bilbao se le asigna directamente un 38% del total, independientemente del número de habitantes, esfuerzo fiscal y demás variables.
Un ejemplo que demuestra lo sangrante que puede llegar a ser esta situación: si comparamos los municipios vecinos de Bilbao y Barakaldo, Bilbao recibe unos ingresos de 872 € por habitante, mientras que Barakaldo recibe 581 € por habitante, evidenciando así que existen vizcaínos de primera y de segunda.
En el 2002 eran tiempos de reconversión y transformación integral de la ciudad y quizás en ese momento era necesario apostar por una financiación asimétrica para potenciar la capital como elemento tractor para todo el territorio. Por otro lado, esta centralidad por la que se ha venido apostando y las circunstancias derivadas seguro que generan oportunidades de desarrollo económico que no están al alcance de otros municipios de Bizkaia. Al Ayuntamiento de Bilbao en 2002 le correspondía el 35,90% del fondo con un 31,60% de la población de Bizkaia, esta diferencia ha aumentado en la actualidad y Bilbao absorbe el 38,20% de los fondos cuando tan solo tiene el 30% de la población total de Bizkaia. Además, muchos de los sobrecostes que tenía Bilbao hoy están soportados directamente por otras administraciones, acrecentándose de esta forma la discriminación hacia el resto de Ayuntamientos vizcaínos.
A Bilbao le corresponderán 301 millones de euros de Udalkutxa en 2017:
- Si se le aplicaran los mismos criterios que al resto de municipios serían 230 millones (71 millones menos).
- Simplemente con mantener para Bilbao el mismo porcentaje del 35,90% que se aprobó en 2002, Bilbao pasaría a percibir 283 millones de euros (18 millones menos), mientras que los ingresos del resto de municipios del conjunto del Territorio Histórico de Bizkaia ascenderían en torno al 3%, aliviándose así de forma considerable la presión ejercida sobre las arcas municipales, que limita las inversiones y el desarrollo de los municipios. Volviendo al ejemplo de Barakaldo, en este caso pasaría a percibir 60 millones de euros de Udalkutxa (en lugar de 58 millones).
Ante lo anteriormente expuesto, los Grupos Independientes de Bizkaia, SOLICITAN a EUDEL, al Consejo Vasco de Finanzas Públicas, al Departamento de Hacienda de la Diputación Foral de Bizkaia, a las Juntas Generales de Bizkaia y al Consejo Territorial de Finanzas que se conforme una comisión, en la que nos gustaría participar, para reflexionar principalmente sobre el “peso” del Ayuntamiento de Bilbao con respecto a la participación en Udalkutxa. Creemos que puede existir un reparto mucho más equitativo que permita el desarrollo del conjunto del Territorio Histórico de Bizkaia, reduciendo paulatinamente la discriminación que sufrimos todos los municipios de Bizkaia con respecto a Bilbao. Entendemos que puede ser interesante elaborar un informe que valore el impacto económico de los sobrecostes pero también recoja las oportunidades de desarrollo económico que precisamente esa capitalidad le genera y qué influencia tiene sobre el resto de municipios de Bizkaia.
Los grupos municipales independientes hemos iniciado la interlocución con otras fuerzas políticas para aunar fuerzas en esta reivindicación.