Escribo con la intención de informar, desde otra perspectiva, y de manifestar que comprendo a quienes desde la distancia tratan a Etxebarri como pueblo insolidario. Yo también tendría esa percepción si no conociera la intrahistoria de este asunto como la conocen la mayoría de los etxebarritarras.
El anterior alcalde de Etxebarri propuso una estación intermodal para facilitar el acceso a la estación del Metro a más de la mitad de su población, que vive lejos de ella, con las dos líneas de Bizkaibus que daban servicio a Etxebarri o aparcando con sus coches particulares en ella. La respuesta que le dio el entonces Director de Transportes de Diputación fue que no iba a llevar su “clientela de Bizkaibus” a la red de Metro.
El grupo gobernante con mucha lógica dijo, «si a nuestros viajeros de Bizkaibus no les dejan entrar en la estación de Metro a los de otros pueblos tampoco», desde Diputación se comunicó que descartaban Etxebarri y que usarían Termibus y así se aprobó el Convenio de la Intermodal y así consta en acta.
Ante esa negativa incomprensible, el ayuntamiento de Etxebarri, tomó la iniciativa de implantar, en Junio de 2005, un servicio de transporte pionero, el Etxebarribus, que aporta al Metro más de 600.000 viajeros al año y que financian el Ayuntamiento y los viajeros etxebarritarras.
Sigamos. Dado el éxito del EtxebarriBus y la cercanía de las elecciones, con mucho secreto, el Consorcio de Transportes decidió poner en marcha, en Noviembre de 2006, una Lanzadera desde Basauri a Etxebarri. A pesar de ser Consejero del Consorcio de Transportes, el Alcalde se enteró, un viernes a la tarde, que el lunes comenzarían a atravesar las calles de Etxebarri, cada diez minutos, varias lanzaderas gratuitas para los basauritarras. Tremenda imposición, con agravio económico incluido, pero las lanzaderas funcionaron durante cinco años hasta que el Metro llegó a Basauri en 2011.
Metro Bilbao (entonces con mayoría PSE) propuso poner en marcha una lanzadera Galdakao- Etxebarri (igual que la polémica actual) y el 31 de Enero de 2011, Diputación (PNV) paralizó esa Lanzadera e hicieron bajar a los viajeros con la Ertzaintza. Esgrimieron entre otros argumentos para tal suspensión: ”Estudios realizados por Diputación y el Ayuntamiento de Galdakao, aseguran que el viaje se vería reducido en seis minutos y cuatro kilómetros en caso de llegar a la estación de Ariz, en lugar de ir a la de Etxebarri».
“La lanzadera Galdakao- Etxebarri es ilegal porque no está aprobado el Proyecto Constructivo de la Línea de Metro a Galdakao”. (Ahora, en 2014, tampoco está aprobado y por ello evitan llamarle lanzadera).
En conclusión: La Diputación Foral de Bizkaia impone un servicio de Lanzadera a Etxebarri que ha rechazado el Ayuntamiento de Basauri.
La Diputación en lugar de escuchar a los etxebarritarras y a sus representantes ha usado la amenaza de los informes jurídicos y de entablar contenciosos ¿Por qué no actuó de igual manera durante los cuatro años que la misma Lanzadera dejaba a sus viajeros a 400 m de la estación de Metro de Basauri? Nadie hablaba de insolidaridad en esos cuatro años.
¿Será porque gobierna en Basauri el PNV y en Etxebarri un grupo independiente? Como no cumple con las condiciones de Lanzadera prefieren llamarle Línea de BizkaiBus ¿Cuántas líneas de BizKaiBus hay gratuitas y con servicio de noche? ¿Por qué hablan ahora del peligro y la inadecuación de la parada que lleva décadas siendo parada de Bizkaibus sin que Diputación se haya preocupado de salvar esas deficiencias que son de su competencia?
Si pudieran contestar públicamente a estas preguntas posiblemente los habitantes de Galdakao, máximos damnificados con este conflicto, entenderían que en Etxebarri no quieren perjudicarles a ellos, lo que no quieren es que les falten al respeto y se le impongan medidas no justificables y que otros pueblos rechazan.
El Alcalde de Etxebarri cuenta con el apoyo unánime de todos los partidos (¿no les sorprende?) y defiende lo que sus vecinos y vecinas le demandan. Como deben hacer todos los alcaldes.
Cesen los linchamientos mediáticos, los procedimientos judiciales y establezcan el diálogo para no perjudicar y enfrentar a los ciudadanos de ambos pueblos que siempre nos hemos llevado bien (ellos nos prestaron tres meses sus piscinas, nosotros les prestamos nuestros campos de fútbol una temporada mientras arreglaban el suyo, nosotros vamos a su ambulatorio porque en el nuestro han decidido no poner algunas especialidades a pesar de sobrar un montón de espacio,…).
Las instituciones deben colaborar y los ayuntamientos deben ser respetados por igual, independientemente del color político del grupo que los gobierna. En este caso no se trata de insolidaridad se trata de una falta continuada de respeto, de negativas y de contradicciones. Así se percibe en Etxebarri y por eso se protesta.
Pedro Lobato, ex-Alcalde de Etxebarri.